Seeking a way out of this world (privado)

Habia salido corriendo de mi pueblo, ya no soportaba tantos, golpes, maltratos, me sentia como un perro sin salida, pero al menos los perros se juntaban en jaurias yo ni eso, no tenia a nadie, y el tan solo llegar a la ciudad me habia sentido perdida, yo no habia estudiado, y el idioma con el que habia nacido segun mi madre era hungaro, creo que asi me habia dicho que era, la historia de porque fuimos a parar aqui? no lo se, pero ahora que estaba lejos de todos ellos no sabia como pedir comida, anduve pidiendo dinero y comiendo esa comida que leia ''hot dogs'' pero ya no me daban dinero, y hacia dos dias que no comia, era de noche y este seria mi tercer dia sin comer, me sentia debil y aqui en los callejones era donde dormia en el suelo contra los contenedores de basura pero de lo dbeil que estaba habia caido al suelo y no me podia levantar

No tenía ni la menor idea que hora son, el tiempo últimamente pasa volando y la verdad no me entero de nada debido a que me la paso prácticamente todo el día en la empresa trabajando, tampoco me quejaba porque al tener mucho trabajo es señal de que la empresa va bastante bien, además abuso de lo que soy, si fuera un simple humano seguramente ya hubiera parado en el hospital por saturarme tanto trabajando. Por ahora ya había terminado, bueno no del todo porque quedaron unos cuantos pendientes por resolver pero  eso ya lo dejaría para mañana… en  este momento solo quería volver a casa, cenar algo, tomar una ducha y tumbarme en la cama.

Al menos ese era el plan hasta empecé a sentir ese molesto ardor en mi garganta indicándome que necesitaba sangre, joder he estado tan ocupado que me olvido por completo que debido a lo que soy tengo otras necesidades para sobrevivir. Tome mis cosas, me despedí de mi secretaria quien tampoco se había marchado aun, pero le conviene le pago aquí bastante bien… es humana podría tomar un poco de su sangre para calmar este ardor molesto, pero no porque luego ¿Dónde consigo alguien así de eficiente? No es tan sencillo.

No solía atacar humanos para alimentarme, al menos no siempre… en casa debería tener mis reservas de sangre humana por supuesto, aunque no se compara para nada a lo que es probarla directamente… no niego que si lo hago pero rara vez, últimamente termino tan agotado que ni ganas de salir de caza me dan… Me subí a mi auto, lo arranque a velocidad ya que me urgía llegar a casa y al menos era veinte minutos lo que hacía de camino, aunque dependía del tráfico pero a esta hora no hay nada así que si llegare pronto.

Mientras manejaba puse un poco de música en volumen no muy alto, siempre la música ayuda a relajarme en todo momento. Llegue a casa luego de largos minutos, aparque el auto, tome mis cosas y baje entrando a casa dejando todo en el sofá de la sala. Me quite la corbata y el saco también lanzándolos al sofá, fui directamente a la habitación donde tengo mis reservas de bolsas de sangre, necesitaba ya calmar este molesto ardor  llevándome una desagradable sorpresa, no había ninguna bolsa ¿Dónde rayos están? ¿Acaso me las termine? Demonios todo esto me pasaba por estar siendo absorbido por el trabajo que ni siquiera revise mis reservas de sangre.

Gruñí molesto ¿ahora como consigo calmar este dolor? La combinación de estrés, cansancio y mas aparte estar sediento no es nada buena…  creo que lo de no lastimar humanos para alimentarme por esta noche haría la excepción, no importa que tan cansado me encuentre, no podía quedarme con este ardor que iba en aumento y tampoco podría ir al banco de sangre o al hospital a robar… Use mi velocidad para salir de casa dejando todo tal cual, si tenía suerte lograría conseguir alguna humana para saciar mi sed.

Agradecía que fuera de noche y que la mayoría ya estuvieran encerrados en sus casas durmiendo, aunque eso dejaba pocas probabilidades de que encuentre alguna presa, pero siempre hay alguien vagando por las calles a tales horas de la noche, mas los jóvenes que andan en fiestas alcoholizándose, desperdiciando sus vidas o mas bien aprovechando que son jóvenes y que después esas diversiones que ahora pueden conseguir y que después serán casi imposible tenerlas. Me adentre a la zona que estaba más oscura de las calles, cuando llego hasta a mí un delicioso aroma aunque no se trataba de un simple humano… más bien alguien como yo, un híbrido… doblemente suerte, podre alimentarme sin peligro a matarlo.

No es que sea un santo y no haya matado alguna vez, claro que lo hice en varias ocasiones cuando me salía de control por culpa de la sangre. Use mi velocidad para llegar hasta donde ese delicioso aroma era aun más fuerte, aunque se mezclaba con el apeste a basura. Hice un gesto y me adentre en el callejón, por un momento pensé se trataría de alguien quien se está escondiendo esperando aparezca una presa y la ataque, pero me lleve una sorpresa  al ver tirada a la chica en el suelo. La idea de que alguien se me adelanto y ataco fue desechada ya que de ser así podría notar el olor de su sangre o por otra que solo se trataba de una trampa para a conseguir presa, esa también quedo desechada debido a los latidos de su corazón bastante débiles.

Me agache a la altura de la chica atreviéndome a tomarla con cuidado en brazos para levantarla del frio y mugroso suelo. – Hey, chica reacciona – Le pedí acomodándola entre mis brazos y caminando para salir del callejón, no podía seguir ahí con ese apeste.  Fije mi mirada en su rostro pero su cabello lo cubría y me impedía poder mirarla. –  Oye, reacciona –  Le volví a pedir dando unos pasos mas porque aun el olor a basura era demasiado.

Tres días, eran ya tres días que iban a ser que no comía, la miseria había hecho que buscara en los contenedores de basura pero simplemente lo que estaba ahí era de un estado incomible, que ni el peor de los miserables se comería, ósea, si estuve comiendo de la basura pero no en tan mal estado, había salido de mi pueblo natal para tener una vida mejor y bueno ahora como había vivido este tiempo no era ‘’la mejor vida’’ pero ,lucharía para lograrlo, y enfermándome o matándome de una muy grande infección como la que me daría por comer comida podrida no era muy buena opción, además si no tenía ni para comer menos para pagar un Doctor.
 
Este día ya no había podido soportarlo mas, era imposible soportar más, no me había bañado, dormía sobre un cartón a lado de los contenedores de basura, en callejones sucios y oscuros expuesta a que me mataran o violaran o que se yo, pero estaba dispuesta a soportar todo esto si lucharía por tener una vida, solo que bueno debía descansar, pero no estaba descansando estaba desmayándome.
 
Escuchaba como una voz hablaba detrás de mí pero no alcanzaba oír mas, además de que bueno, yo quería mantener mis ojos abiertos pero no podía, mis fuerzas se habían esfumado, el hambre me mataba y el sueño se apoderaba de mi y por más que quería despertar no podía, de repente sentía mucho frio, bueno tampoco la ropa con la que estaba desde que llegue era muy delgadita ni muy gruesa, sentía el frio de la noche y movimiento mientras yo solo me sentía en un lugar oscuro.
 

Todo estaba negro, no había luz, no había salida, me sentía en claustrada, tenía miedo de no volver a ver la luz de la calle, tenía que superarme, tenía que mostrarle a los demás que yo podía sobre salir, que no era ningún trapo viejo, ningún hombre me dominaba, que podía tener más que lo que había tenido, o por lo menos que sería más feliz, no podía morir ahora, no…