The little hell [Natalie]

Recuerdo del primer mensaje :

Aparté su ropa buscando heridas

Te has roto algo entonces, seguro

Intentaba soltarme insultandolo mientras caminabamos, me negaba a desvanecerme. Empece a llorar tirando el cuchillo al suelo.

- Esto es terrible, necesito verla, he perdido la razón, doy vergüenza. Tu madre es especial, es una guarra especial, hay pocas así, muy pocas, yo era un catador y ella me ha vuelto una especie de coleccionista.

Me senté en el suelo, frente a la guarida.

- Si quiero matarte es porque temo que me la robes, que se fije en ti. Yo mataré a cualquiera que se acerque a ella hasta quedarme solo. Hoy parecia convencida a elegiros, por eso en algún momento debéis morir.

Solté un suspiro, no se a quien se creía que engañaba. Abri la puerta de la guarida y lo cogi con cuidado pasando dentro.

No oigo nada nuevo ¿por que no aceptas que la amas y ya esta? tampoco se tiene porque enterar nadie que no seamos nosotros.

Lo tire en la cama con algo de esfuerzo.

Somos sus hijos, eso para la educacion que hemos recibido es un poco asqueroso. Al menos si quieres matarme, que sea porque te sientas amenazado porque te supere y no porque vaya a liarme con mama.

Me dejé caer en la cama antes de agarrarme a su camiseta para acercarme a él.

- Es doloroso admitirlo, pero la amo, ella corría en un parque y yo la empecé a seguir, intenté ser normal intenté matarla, pero no pude, nunca pude...

Lo zarandeé.

-¿Entiendes lo peligroso que es eso? Ella podría arrebatarmelo todo...tenemos que hacernos con los territorios de abajo sin que sepa nada

Puse los ojos en blanco dejando que me zarandease.

Ha muerto dos veces por ti ¿De verdad crees que quiere quitarte algo? Porque si quisiera, ya lo habría hecho. Ella solo quiere cosas estúpidas como casarse y eso, y tú te piensas que va a robarte los territorios.

Lo deje del todo alejándome, mamá siempre dejaba Donuts ahí abajo, necesitaba unos cuantos.

Y si alguien puede entregarte esos terrenos en bandeja es ella, ahora tiene su sangre.

- Ella es débil, no puede enterarse.

Me quedé mirando al techo con la boca abierta pensando en una boda, quizás pa calme, quizás deje de decirme cómo hablar y comportarme todo el rato.

- No se muy bien como es una boda, aunque he estado en varias, nunca acababan con normalidad. Era divertido follarse a la novia y avisar al novio para que lo viese.
Espera! Ella te habla de mi?

Me reí aguantandome un chiste.

Hubieseis tenido una boda si ella no se hubiese callado lo del navajazo, pero bueno, a este nivel llegamos.

Sonreí cuando encontré un pack de chocolate, abrí uno y volví a hablar mientras masticaba.

A veces, aunque no hace falta hablar mucho, he pasado mucho tiempo con vosotros.

Me quedé dormido escuchandolo masticar, dormí tan profundamente que me mee encima.

Me había dejado el móvil en la guarida, y no soportaba estar arriba sin el así que no me quedaba otra que bajar, solo esperaba que Pol estuviese en la fosa y no tener que verlo, de verdad que no me apetecía nada.

Bufé cuando lo vi tirado en la cama y fui directa a por el móvil, pero me extrañó que no me dijese nada, me giré para comprobar que estaba dormido y a jurar por como olía también estaba borracho y... meado

¿Pol? ¿Que mierdas haces?

Me rasque el costado despreocupado antes de abrir un ojo, era su voz. Salté de la cama y cogí una cadena que até a su cuello con rapidez.

- Dónde estabas?

Pregunté tirando de la cadena antes de asegurarla.

- Lo siento de verdad, así no te irás más. Anoche tuve una visión..y necesito que te quedes aquí quieta

Para cuando quise darme cuenta me tenía atada como un perro, y para colmo, la última runa que me puso mi padre no me permitía aparecerme. Solté un gruñido tirando de la cadena con fuerza pero sin éxito.

¿Que mierdas dices? ¡suéltame ahora mismo!

Me olí la entrepierna con una mueca desagradable.

- Voy a cambiarme, intenta no masturbarte.

Cogí otros pantalones lanzándole los viejos y me acerqué para besarla.

- Sabía que volverías

Aparte la cara con una mueca de asco.

A mí no me hables así, he vuelto a por el móvil, no por ti.

Me aleje lo que pude.

Ya estamos como al principio ¿No? Tú teniendo tu total libertad y controlandome, y cuando te aburras me dejaras aquí para irte a la fosa.

Suéltame, no estoy dispuesta a ser esa imbécil otra vez.

Me alejé esquivando una patada suya.

-Volveré en un tiempo, creo que llegas al agua y al baño, al menos sí que llegas a ese cubo

Sonreí mirándola.

- No tardaré demasiado

Lo mire con los ojos llenos de lágrimas.

No, no,no, por favor suéltame.

Me arrastre intentando llegar a el y sujetarme a su pierna.

Polux por favor no me dejes aquí

- Te has ido, necesito que te quede para siempre conmigo. Así que voy a hacer una cosa. Espera aquí.

Me esfumé, estuve fuera dos días, pero estaba satisfecho, había conseguido casi todo. Entré a la guarida buscándola.

Pase dos días debatiendo conmigo misma que iba a hacer cuando volviese, si es que volvía. No pensaba volver a ser aquella chiquilla estúpida que lloraba por las esquinas por su culpa.

Lo mire furiosa cuando apareció, no espere a que dijese nada, solo a que se acercase lo suficiente para sacar el cuchillo que siempre llevaba en su nota y clavarselo en el muslo derecho.

¡SUELTAME!

Apreté los dientes cayendo sobre la rodilla contraria, sacando el cuchillo con un gruñido.

- Mierda Natalie! He terminado, iba a soltarte.

Me limpié la sangre en la camiseta antes de rebuscar en un bolsillo y sacar una gasa sucia que tendí hasta ella.

¿Que has terminado?

Iba a coger de nuevo el cuchillo cuando vi que en aquella gasa había tres anillos.

¿Que es esto? ¿Algún tipo de proposición?

-Cásate conmigo Natalie. He preparado todo, como en los programas que ves en televisión.

La mire esperando su reacción

Bufé, esto era flipante. Me dejaba encadenada dos días para irse a comprar unos putos anillos. Me puse en pie tirando otra vez de las cadenas.

No puedes pedirme una boda después de abandonarme aquí como a un perro, las cosas no se hacen así. Suéltame, no voy a repetirtelo más veces

-Tenías todo, podía haberte dejado en un maletero. Si no aceptas no pienso soltarte, se supone que tu querías esto sobre todas las cosas.

Repliqué enfadado.

Pues no me sueltes jamás. Esto no funciona así. Tienes que pedirmelo porque me quieres, no porque tengas miedo de que me vaya.

No me iré si me tratas como una persona normal y no como a una puta mascota ¿Que te parecería si yo te lo hago a ti? Siempre, SIEMPRE he hecho lo que me has pedido. Me he tirado semanas aquí encerrada mientras tú ibas a luchar, sabiendo que no tenía ningún método para escapar, y yo siempre te recibía con una sonrisa. Me has golpeado, me has quemado, y sigo aquí ¿Y eres capaz de atarme a una pared durante dos días con la excusa de que quieres casarte conmigo?

Me limpie las lágrimas, tenía hasta ganas de vomitar.

No entendía absolutamente nada, mi plan era perfecto, ¿por qué no estaba contenta?

- Tu querías boda! Aquí la tienes! Ahora no voy a soltarte si no te calmas. Solo han sido dos días, tenías aquí de todo.

Si, un puto cubo para mear ¿Es eso lo que obtendré si me caso contigo? Ojalá hubieses tardado más y haber muerto de hambre, a ver si así entiendes algo.

Me di por vencida volviendo al rincón y sentándome.

-Obtendrás la mitad de todo, como en las putas películas que ves, pero al parecer para ti es más importarte haber meado en un cubo.

Gruñí soltando la cadena.

- Quién muere de hambre en dos dias? Solo sabes quejarte.