May I put a smile on your face? [Xav]

Tenía hambre, mi pancita gruñía como los leones de la tv, ya habia pasado una lune desde la última vez que había comido algo, caminé por los alrededores y observé una casa grande muy bonita que tenía una de las ventanas abiertas, dudé, pero el gruñido de mi pancita se hizo más fuerte, así que me acerqué a aquella casa y entré por la ventana abierta, todo adentro era muy bonito y limpio, caminé buscando la cocina, intentando no hacer ruido por si habia alguien en casa.

¿Qué planes tenia para hoy? Bah por ahora nada, lo único es que estaba sentado en mi cómodo sofá que tenía en mi pequeño bar en la mansión con un vaso de whisky. No importa qué hora sean, para beber cualquier momento es bueno, mas en esta temporada de calor. La mansión por fortuna contaba con clima pero no permanecía encendido las 24 horas del día, también debe ventilarse la casa y un poco de aire fresco de afuera no cae nada mal, asi que las grandes ventanas con las que contaba la mansión refrescaban bastante bien. Bebía lentamente mi trago cuando alcance a escuchar un ruido en la mansión ¿no se supone que estaba solo? Mis empleados por ahora no estaban, solo les permitía estar mientras hacían los quehaceres y de inmediato se marcharan ya que odiaba tener cualquier otro tipo de compañía en casa.

Me termine el trago de golpe y me levante del sofá para dejar mi vaso vacio sobre la barra e ir a ver quien se había atrevido a molestar mi momento de paz y tranquilidad. ¿Y ese aroma? No se trataba de un simple humano ¿Qué rayos hace un hibrido en mi casa? Use mi velocidad para llegar de inmediato y hacerle frente al idiota que se atrevió a colarse en mi casa llevándome una inesperada sorpresa viendo que se trataba de una niña. – ¿Tu quien eres y que haces aquí? – Pregunte serio quedándome de pie a poca distancia de la niña.

Miré alrededor, buscando algo de comida, me subí a la barra para ver si había algo en la alacena, estaba por abrir la puertita cuando escuché a un hombre hablar, pegué un brinco y estuve a punto de caer, lo miré, asustada. -yo... mi nombre es Dannielle- dije sin despegar mi vista de él, daba miedo como me miraba. -uhm... tengo hambre, señor- dije y justo en ese momento mi pancita gruñó de nuevo, la cubrí con mi mano y bajé la mirada, no sabía que iba a hacer él, solo esperaba que no fuese a lastimarme.

Mi tranquilidad se había ido a la mierda por culpa de una chiquilla que husmeaba en mi cocina ¿Cómo rayos entro? Bueno si se tratara de una simple humana seguro no estaría aquí, pero es una hibrida en miniatura. Me quede parado sin dejar de mirarla notando como por mi voz y el tono en el que use la había logrado asustar. Escuche cuando me dio su nombre sin dejar de mirarme ahora solo faltaba me respondiera que rayos hace aquí, aunque al ver como buscaba en la alacena he de suponer busca comida y me lo confirmo cuando me lo dijo además de escuchar su estomago gruñir ¿Qué se piensa me dedico a alimentar mocos hambrientos y mugrientos o qué?
Gruñí por lo bajo, camine hasta ella y la sujete de su blusa usando la mínima fuerza para levantarla de la barra y dejarla en el suelo.  – ¿Tus padres no te enseñaron es malo robar? – Pregunte en un tono serio soltándola y retroceder unos pasos alejándome de ella. Qué diablos le van a enseñar si seguro no se trata de esos patéticos que mandan a sus hijos a conseguir alimento mientras ellos se hacen los idiotas.

Mis ojos se llenaron del lágrimas cuando él mencionó a mis padres. -ellos se muriciaron- dije en tono bajo y miré mis zapatos, un señor había llegado un día, mamá me había dicho que me escondiera, se habían escuchado muchos gritos y cuando salí vi a mi mami y a mi papi en el suelo y no se levantaron de nuevo, así que corrí lejos de ahí por si el señor volvía de nuevo. -tengo hambre, señor, ¿puedo comer algo? porfavor...- pregunté en un susurro, alzando la mirada hacia él, estómago dolía mucho ya.

Iba a soltar un bufido fastidiado cuando vi sus ojos llenarse de lagrimas ¿ahora porque llorara? si estaba acostumbrado a provocar el llanto en mis víctimas, pero eso era cuando les hacía daño... ¿pero ahora? no le hice nada más que solo bajarla de mi barra que no es lugar para que se suba llenándome de microbios. Iba a ordenarle que ni se le ocurriera llorar cuando la escuche decirme sobre sus padres. – Murieron, se dice murieron – Le corregí por la forma en cómo dijo la palabra. Yo no me pondría a consolarla por la muerte de ellos, menos alguien quien se dedica a acabar con la vida de muchos.
Fruncí el ceño cuando me pidió comida ¿Por qué rayos debería darle yo de comer algo a una mocosa que intento robarme? Pfff. Camine hacia el refrigerador  sacando los recipientes de cristal con comida ya preparada y solo lista para calentar en el microondas. – Dejare comas algo y luego te vas – No estaba convencido que debería darle alimento pero posiblemente era la única forma de deshacerme de ella lo más pronto posible. Deje las cosas sobre la barra y fui a sacar un plato, volví a la barra tomando un cucharón, abrí los recipientes, le serví  arroz y luego algo de guisado en el plato. –  ¿Dónde se supone que vives? – Pregunte sin mirarla caminando hacia el microondas metiendo el plato de comida dentro, lo programe para que empezara a calentarse y me gire para mirar a la niña.

Parece que no le agrado nada que la corrigiera por haber dicho mal la palabra, pero a mi niñitas mimadas hablando a su modo no iban conmigo y menos me sentiría afectado por la desgracia que es su vida al no tener padres. Espere me respondiera sobre donde vive, aunque he de suponer que su hogar es la calle y en realidad no sé porque le pregunto si no me interesa saber nada de la desgraciada vida de esa chiquilla. La mire mal y negué. – No te pregunte donde vivías, si no dónde vives ahora – Dije algo molesto girándome una vez que el microondas finalizo con su trabajo.
Abrí la puertita de inmediato el olor a comida salió, se me antojo comer un poco pero definitivamente no lo haría hasta que la chiquilla se largue de mi casa. –  Sígueme – Le ordene llevando el plato conmigo hacia el gran comedor donde únicamente  solía comer yo y tenía demasiados lugares como si habitaran muchísimas personas en casa… pero en realidad es por mero lujo el comedor. – Te comes todo – Volví a ordenarle recorriendo la silla hacia atrás para que se sentara, no sin antes mirar sus manos todas sucias. - ¿Qué no conoces el agua? – Pregunte moviendo levemente mi cabeza… - Anda ve a lavarte las manos – Le señale que volviera a la cocina.

Ni siquiera me conmoví al escuchar los lugares donde acostumbra a quedarse, a lo largo de mi existencia he visto muchos mocosos huérfanos que se convierten en presas fáciles para los vampiros, aunque esa chiquilla no es una simple humana así que tiene más probabilidad de no caer ante alguno de ellos o quizá si porque es imposible pase desapercibida. Pero es algo que no me interesa, mi única preocupación ahora es que quiero de vuelta mi tranquilidad, lo que significa que quiero esta híbrida en miniatura muchos metros fuera de mi casa.
Fruncí el ceño molesto por cómo me llamo, no permitía nadie me dijera algo como eso, además no soy ningún gruñón. – Solo vete a lavar esa manos mugrosas – Dije molesto antes de mirarla obedecer, me quede junto a la mesa esperando regresara y no tardo en nada en volver comenzando a comer de prisa “Se nota no comió en años…" – Solo come y deja de preguntar – Le ordene, estaba tan acostumbrado a darle ordenes a todo mundo, además tampoco tenía intensiones de decirle mi nombre ¿para que lo haría? – Si quieres algo de beber vas a buscar algo a la cocina – Tampoco iba a estar de su sirviente, ya bastante hice con dejarla comer en casa. Camine hacia la sala, no me quedaría ahí viendo la forma en la que come. Encendí el televisor y me tumbe en el sofá.

Tome el mando de la televisión que estaba en la mesita de centro y empecé a cambiar de canales, en realidad ni siquiera estaba de ánimos para ponerme a mirar algún programa aburrido de esos que están acostumbrados a pasar por la televisión. Pero algo debía hacer en lo que esperaba la niña terminara de comer y se marchara para yo poder hacer mis cosas... bueno en realidad mucho no tengo por hacer, pero aun así está invadiendo mi espacio.
A pesar del sonido de la televisión alcanzaba a escuchar los ruidos producidos en la cocina, tenía ganas de ir a ver que no se le ocurriera hacer un desastre, pero si lo hace ella misma deberá recoger. Le deje en una película algo sangrienta, he de suponer que es de terror aunque yo no le veo el terror por ningún lado.
Mantuve la vista fija en la tv, al menos hasta que la chiquilla llego. Al menos algo hizo bien. - Veo algo que no es apto para niños - Le respondí mirándola de reojo. - ¿Se te quito el hombre? - Pregunte manteniendo la vista en la televisión.

En realidad no le pregunte porque me preocupaba porque se hubiera quedado con hambre, solo porque no quería que volviera a colarse en mi casa más tarde buscando nuevamente comida, ya suficiente tuve con una vez como para que se le ocurra repetir. Seguí con la mirada puesta en el televisor aunque no le prestaba atención a nada de lo que pasaba, se me hacían puras ridiculeces y solo gritos exagerados. Si nada me parece, difícilmente consigo algo me agrade aunque sea un poco. - Menos mal ya se aplaco tu rugido molesto de estomago - Comente  y para mi mala suerte pidió ver la televisión conmigo ¿que no le dije que en cuanto coma se largara de aquí? pff parece que no me lograre echarla tan fácil ¿por qué no? claro que puedo hacerlo. - Bien, pero si escucho un ruido tuyo te marchas - Dije serio haciéndome a un lado para que se sentara. No puedo creer haya aceptado mirar televisión con la chiquilla que antes intento robarme.

La mire de reojo mientras se sentaba a mi lado y trate de recorrerme un poco más para no tenerla demasiado cerca de mí, no me gustaba mucho tener compañía y menos que se me acercara alguien que no deseaba. Desvié la mirada del televisor hacia el techo ya fastidiado de ver tonterías, pero tampoco quise cambiarle ya que con un poco de suerte la chiquilla se asusta, hará ruido y le pediré se largue, no sé por qué no lo hago de una vez por todas y me ando con tonterías. Mire a la niña cuando la sentí moverse en el sofá donde se acomodo, vaya que si se tomaba confianzas de la nada. 
No dije nada por ahora y seguí viendo la televisión al menos hasta que termino la película. La apague dejando el mando sobre la mesa... - Bien es hora de que …- Me levante del sofá sin terminar la frase al darme cuenta que se quedo dormida ¿cómo que se durmió? no, no eso no puede ser. Me agache un poco llevando mi mano hasta su brazo, la iba a mover para despertar pero al final aparte mi mano soltando un bufido. Que patetico soy, no me atreví a despertarla para echarla de aquí, pero seguramente se despertara sola en un rato y ya le pediré se largue... fui a cerrar las ventanas para poder encender el clima y refrescara porque ya se estaba sintiendo algo caluroso aquí dentro.

Luego de encender el clima poco a poco se iba refrescando. Le eche un vistazo a la niña, seguro más tarde sentiría el frió y se despertaría para luego poder pedirle se largue... ya me estaba incomodando mucho tenerla de compañía, prefería estar solo o cuando tenía compañía solo era de poco tiempo, me aburren con facilidad. Me fui hasta el bar nuevamente para servirme otro trago, me lo termine dejando mi vaso vacio sobre la barra, me recosté en mi sofá favorito cerrando los ojos, no con intensiones de dormirme, más bien tratar de relajarme un poco al menos hasta que escuche la niña despertó porque estaba llamándome. Abrí los ojos y me levante del sofá usando mi velocidad para llegar hasta ella. - Ya comiste, viste película, dormiste... ahora es hora de que te marches - Dije serio mirándola y luego caminar hasta la puerta principal.

Abrí la puerta y me gire para mirar si la niña obedecía a lo que le pedí con que se marchara de aquí, por un momento me entraba algo de culpa por echarla a la calle sabiendo que no tiene donde quedarse, pero no debería sentirme así, yo ya hice algo por ella, le di alimento eso es más que suficiente debe estar agradecida. La observe caminar hasta donde yo me encontraba y debo admitir me sorprendió cuando me abrazo las piernas ¿Qué rayos hace? Odiaba cuando alguien me tocaba sin que yo lo autorizara. Me mantuve callado escuchando sus palabras de agradecimiento. – Te cuidas – Fue lo único que logre decirle y cerrar de inmediato la puerta quedándome parado allí unos momentos dudando en si debía dejar se marchara o no… ¿enserio estoy pensando en su bienestar? A mi qué demonios me importaba. Gruñí por lo bajo y camine hacia la cocina a buscar algo que comer tratando de despejar mi mente y no pensar en la chiquilla.

Caminé y caminé, también caí al suelo un par de veces al no ver una piedra o una rama de algún árbol, pero había seguido caminando, encontré un árbol bonito, donde podría dormir más, me trepé a él, algunas de las ramitas estaban muy juntitas y ahí pude acustarme sin miedo a caerme, me hice bolita y cerré mis ojitos, me había quedado sueño.

Algo mojado cayó en mi mejilla, fruncí el ceño y la limpie, miré alrededor, ya era noche y me di cuenta estaba lloviendo, hice una mueca cuando más agua me cayó en mi cara, si quería estar seca debía ir a otro lugar, me bajé de donde estaba de un salto decidí volver a la casa del señor, no se iba a enojar si no se daba cuenta que estaba ahí.

Al principio solo caminé, pero comenzó a darme frío y comencé a correr para llegar más rápido a su casa, cuidando que nadie me mirara, mami siempre me había dicho que nunca debían verme correr.

Luego de haberme calentado algo y cenar, subí hasta mi habitación la noche ya estaba por caer, me desvestí y fui hasta al baño a darme una relajante ducha con agua calientia... bueno parecía algo ilógico, hace un rato lo único que quería era la mansión prácticamente al borde del congelamiento con el clima encendido, pero ahora estaba tomando una ducha con agua calientita. Luego de largos minutos salí de la ducha, me coloque la pijama aunque en realidad prefiero dormir algo semidesnudo, total estoy acostumbrado a vivir solo, pero hoy no dormiría en bóxers nada más, me coloque un short, playera no me pondria que es demasiado estorbosa la ropa para dormir, luego baje a apagar las luces de la mansión para volver hasta mi habitación cerrando la puerta, me lance a mi cama por encima de las cobijas de momento y tarde bastante en que el sueño llegara a mi debido a que empece a pensar en la chiquilla híbrida, no podía estar pensando en ella.. a mi que demonios me importaba si se encuentra bien y si encontró un lugar donde pasar la noche. Luego de dar vueltas a lo idiota por la cama al final me quede dormido.

Cuando llegué a la casa del señor, busqué una manera de entrar, ya no había ventanas abiertas, así que busqué alguna que no tuviera seguro, encontré una que no era la de la cocina, la abría lentamente, esperando no hacer ruido, cuando estuve dentro me quité el abrigo que traía, este estaba muy mojado, pero la ropa que traía abajo no, aún estaba sequita, me quité los zapatos también, pues no quería ensuciar nada de ahí, comencé a caminar por la casa, buscando al señor, cuando le encontré estaba dormidito en su camita, hice una mueca, yo también tenía sueñito, hacía días que no dormía completamente y haber dormido hace un rato, me había hecho sentir más sueño.

Tal vez si dormía un ratito con él y me iba antes de que despertara, no se iba a enojar, me subí a la cama lentamente, sin moverme mucho, me hice bolita y cerré los ojos. -buenas noches- susurré sin despertarle y me dormí.

No dormía porque realmente lo necesitara demasiado como los humanos, pero las pocas horas que dormía realmente me dejaba dominar por el sueño, olvidándome por completo de todo lo que me sucedió durante el día, al menos eso creía debido a que mi sueños ahora fueron invadidos por esa chiquilla Danielle ¿así dijo se llamaba no? No puedo creer ella se esté apoderando de mis sueños, es solo una chiquilla insignificante. Para mi fortuna ese sueño no duro por mucho  y pronto ya estaba soñando otra cosa que no tenía nada que ver con ella. Me removí un poco en la cama acomodándome dormido, por eso mismo amaba tanto dormir solo, ocupar todo el espacio que yo deseaba en mi cama o al menos eso es lo que solía hacer ya que al moverme sentí algo que no podía ser una almohada, es un poco más duro. Abrí los ojos y oh sorpresa la chiquilla estaba dormida en mi cama… - Pero que… - Casi pegaba el grito y me moví rápido alejándome sin darme cuenta que estaba casi al filo de la cama por lo que caí al suelo de golpe. – Mierda… - Murmure molesto gruñendo por lo bajo intentando levantarme del suelo.

Sentí algo moverse a mi lado, suspiré y me hice más bolita, me gustaba dormir así, pero entonces escuché al señor hablar, bostecé y abrí mis ojitos, encontrandole en el suelo, ¿qué hacía allí? yo no era tan gande como para haberle tirado al piso, ladeé la cabeza. -¿porqué está en el suelo, señor?- pregunté y sonreí un poco. -¿está jugando a algo? yo también quiero jugar- dije sonriendo y me estiré para acercarme  a él.

Esperaba que no se molestara por haber entrado de nuevo a su casa, pero afuera llovía y hacía frío, ahí adentro estaba calientito y cómodo.