The little hell [Natalie]

Recuerdo del primer mensaje :

Para cuando el entro en casa yo ya habia acomodado al niño en la cama y le habia puesto algo de ropa.

Hice un trato con Polux

Conteste observando al chucho, no era como para matarse por ella, Polux era un idiota.

El te dio algo de mi mundo, damelo

Lo miré levantando una ceja y cruzándome de brazos.

Yo no tengo nada tuyo ni de ese idiota, déjame en paz

Me di la vuelta comenzando a caminar, no me gustaba nada dejar a Karl en el coche.

O me lo das o mato al niño

Conteste alargando mi brazo hacia el coche

Me giré mirándolo con un gruñido

No te imaginas las ganas que tengo de arrancarle la cabeza a un demonio con mis colmillos

Me escapé por la ventanilla del coche y me acerqué arrastrando los pies con camión de juguete bajo el brazo.

¡Mamáaaaaaaaa!

Grité desde algo lejos, observando a ese tío.

Volvere a aparecer mil veces hasta que me des lo que me pertenece

Tiré de la falda de mi madre cuando llegué a su lado y miré raro a ese tío ¿Era papá?


¿Es él? ¿Es papá?

Abrí una de las puertas del camión sacando un cuchillo


Mamá ¿Puedo...?

Quería que me dejase probar mi cuchillo con alguien de una vez por todas.

Ya te he dicho que no tengo nada tuyo, me das demasiada grima como para tener algo que tu hayas tocado

Miré a mi pequeño cuando se posicionó a mi lado y negué con la cabeza cuando sacó su cuchillo, otro de nuestros tratos, con él solo funcionaba eso. Lo cogí en brazos.


No, no es él

Una piedra de este tamaño, similar a esta, damela

Gruñi odiaba cuando los mortales se hacían los duros y además odiaba a los niños

Oh esa cosa tan fea

Me encogí de hombros acariciando la cabeza de mi pequeño

La tiré al mar, búscala.

Bufé guardando mi cuchillo y me puse a jugar con el pelo de mamá, no entendía porque no me dejaba ser su peluquero, la entraba un terror increíble cada vez que me veía con tijeras cerca suyo.

Prendi en llamas al chucho

No juegues conmigo perro, donde está?

Hable deformado

Abrí el comprtimento y saqué el cuchillo clavandoselo en el pecho.

A mamá no se la quema

Repetí como ella me había hecho aprender.

Me arranque el cuchillo y le arranqué de las manos el camion de bomberos, cogi lo mío y apague las llamas.

¡Karl!

Tiré de él hacia mi y lo agarré mientras él tenía un cacho del cuerpo de ese demonio colgando de la boca.

Iba a quitarme al niño de un puñetazo cuando su madre lo agarro.

Supongo que no quieres el mensaje de polux

Me esfume

La miré con los dientes llenos de sangre.

¿Te has enfadado?

Lo miré con media sonrisa y le propiné un beso en la frente.

Se que te he dicho que no debes hacer ese tipo de cosas fuera de casa, pero has hecho bien, era un hombre malo.

Cogí su cuchillo del suelo y lo limpie antes de meterlo en su camión.

Volvi al infierno

Ese maldito subnormal con las mechas mal hechas consiguió hacer que me picase la curiosidad, si sabía como realmente se llamaba es que era realmente de confianza. Un mes mas tarde y después de darle una pequeña charla a Karl de a donde íbamos decidí plantarme en el mismo desierto donde Polux me llevó hace algo más de un año y medio, solo recordar como estábamos en ese momento me daban ganas de vomitar. Dejé que mi hijo pintase esa silueta en el suelo y entré con él dentro, solo que esta vez no me dirigí hacia esa mansión tan "fantástica" de Polux, sino que decidí ir por otro camino, intentando a encontrar al tío del cementerio.

Había convencido a mamá para llevar varios cuchillos escondidos por el cuerpo, me entusiasmaba la idea de entrar ahí dentro o mas bien lo que realmente me entusiasmaba era que iba a poder matar sin que mamá me echase la bronca.

En cuanto corrio la voz de que un chucho y su hijo estaban merodeando por donde no debian supe que era la puta de la que tanto se encariño polux.
Vendría a reclamar su territorio? Tenía pensado quedarmelo asi que esa idea no me gusto.
Decidí seguir al chucho.

Me di la vuelta al notarlo detrás de mi mientras Karl seguía agarrado a mi cinturón

Hombre, justo el gay que estaba buscando

Acaricié el pelo de mi hijo

Dame lo que es mío