The little hell [Natalie]

Recuerdo del primer mensaje :

Para cuando el entro en casa yo ya habia acomodado al niño en la cama y le habia puesto algo de ropa.

Me duche al despertar y le di de cenar a Karl antes de comer yo

Regrese de madrugada

Estaba viendo la tele con Karl dormido en mis brazos.

Que ves?

Chelsea contra Manchester

Acaricie la cabeza del nene

Bufe

No hay otra cosa?

Le di el mando y me fui a meter al nene en su cama

Te vas?

Negué con la cabeza metiendo al niño entre las sabanas.

Baja la tele no sea que vaya despertarse

Me senté en el sofá

Estaba mirando por la ventana, subi el volumen de la televisión y la abrace

Subi la televisión y la mire a los ojos a punto de decir algo cuando ocho tipos entraron en la casa y no eran humanos.

Lo miré raro antes de pegar un bote al ver a todos esos demonios entrar, miré a Karl de reojo.

No tardaron en cogerme y ponerme de rodillas con una daga al cuello.

-Jugando a las casitas eh? Cuantas normas te has saltado ?

Desde cuando cumplimos las normas?

-Desde que he descubierto todo lo que puedo quitarte rajandote el cuello, que planeabas montando tantas guerras y despues abandonando todo y viniendote aqui? Coged al bebe y al perro

Soltad al niño, es uno de los nuestros, las reglas son las reglas no? No tenéis un motivo para matarle

Miré de nuevo a Karl, si se atrevían a tocarle me abalanzaría contra ellos transformándome.

El grandullon que tenia su daga en mi cuello ordenó que lo soltasen a él y a la madre, no queria más líos, acto seguido me degollo y yo me consumi en llamas.

Metí un grito cuando al volver a mirarlos Polux desapareció. Me incorporé gruñendo, quería arrancarles la cabeza, me daba igual que me superasen en numero.

-Quieta perro, en realidad deberias estar agradecida, hemos vengado a tu familia....

Me quedé quieta cuando le escuché decir lo último

¿Mi familia? ¿Que ha pasado con mi familia?

Se encogio de hombros y se esfumo

Cogí mis cosas y a Karl para ir al apartamento de mi hermano. Se me cayó el alma a los pies al verlo muerto en el salón. No tardé mucho tiempo en descubrir que papá y mamá habían sufrido la misma suerte. Me alojé en Rusia después de su entierro, vivía en mi antigua casa con Karl, que crecía cada vez más rápido, ya aparentaba dos años y me costaba que no fuese creando desgracias por las calles, le había hecho prometerme que solo mostraría sus poderes en casa y parecía que estaba de acuerdo. También habíamos hecho un pacto, yo le dejaba abrir alcantarillas desde la ventana de casa para que la gente se cayese dentro y él no preguntaba nada sobre su padre. No quería oír su nombre, ni siquiera tener que recordarlo, pero era imposible, cada vez que me acercaba a la tumba de mis padres me entraban ganas de ir al infierno a rematarle yo misma.

Por que los mortales iban tanto al cementerio? Era algo que nunca entenderia pero que tampoco averiguaria ahora mismo, tenía un trueque pendiente.
Camine hasta el chucho y me pare a sus espaldas.

Estaba agachada dejando las flores en la tumba de mi hermano cuando escuché como los pasos que llevaba escuchando un rato se paraban frente a mi espalda. Giré dando unos pasos más atrás y observando a ese demonio.

¿Quien coño eres tu?