Just wanna fulfill your needs while you're taking over me {Privado} +18

Hospital Lennox para enfermos mentales, nueve de la mañana.

"¡Todas arriba, ya habéis dormido suficiente!"

Uno de los asistentes personales de Blue aporreó la puerta de nuestro cuarto. Las chicas comenzaron a levantarse para darse una ducha mientras yo seguía peleándome con mis sábanas, no quería ponerme en pie, en ese lugar no era bueno despertarse. Kristen se acercó para darme los buenos días y no tuve otro remedio que incorporarme para poner mis pies en el frío suelo, estaba ilusionada porque una vez más, creía que hoy sus padres la sacarían de aquí, una pena que no se diese cuenta que estaba loca como una cabra. Le sonreí felicitándola, como hacía siempre, no me gustaba quitarle la ilusión a la pobre chica, me recordaba a una de mis amigas de instituto.

Cogí mis cosas y me dirigí a la ducha cuando la mayoría de las chicas se ducharon, tampoco quise tardar mucho, me había cortado el pelo hace poco y el agua prácticamente congelada que salía tampoco me daba muchas ganas de quedarme bajo la misma. Me coloqué lo que encontré en el armario general y salí del cuarto para dirigirme al comedor, últimamente siempre me llevaba gritos y golpes por parte de los chicos que nos atendían, me negaba a tomarme esa asquerosa comida que nos ponían aunque mis medicinas me obligaban a tomármelas a la fuerza, decían que sino me volvería aún más loca de lo que estaba. Salí del comedor cuando me dejaron y me dirigí hacia la cocina para coger los productos de limpieza, ese era el castigo, mientras el resto de chicas estarían en el ensayo de baile yo tendría que estar de rodillas por el suelo y frotando un asqueroso trapo contra el, como si acaso se fuese a quitar ese sucio color que tenía.

Dos horas más tarde Blue se pasó a buscarme, según él había venido un cliente muy importante y tenía que atenderlo. Corrí hasta el cuarto porque si llegaba tarde para alguien que a él le importase me iba a caer un castigo mucho mayor. Me puse uno de los mejores trajes y fui hasta la parte del hospital que era secreta para todo el que quería visitarnos, un pasillo mucho más lujoso y limpio, lleno de habitaciones decoradas de una forma bastante lujosa y con una entrada independiente para que los clientes que venían no tuviesen que ver ese infierno. Blue me cogió del brazo con fuerza, enfadado por todo lo que había tardado en arreglarme y me soltó dentro de un cuarto en el que había un hombre sentado en la cama. Me quedé mirando al suelo mientras tragaba saliva y colocaba un mechón de mi pelo tras mi oreja, depende de lo que ese tío hubiese pagado sería suya durante unas horas y tendría que hacer todo lo que él me pidiese, así funcionaba esto. Observé de reojo en el cuarto en el que me habían metido, era el más lujoso, el único que tenía jacuzzi, cama, una barra americana e incluso una barra llena de todo tipo de bebidas. Esperé a que el dijese algo o en su defecto, me ordenase cualquier cosa.

Llevé mis manos hasta mi espalda y me entretuve dando vueltas a la pulsera en la que ponía mi nombre y unos cuantos números, los enfermeros se guiaban por ellos para darnos nuestras correspondientes medicinas. Dejé de clavar mis tacones en el suelo al escuchar lo que dijo y levanté mi vista para verlo ¿Qué hacía un chico tan joven aquí? La mayoría de los clientes que venían eran mucho más mayores y más de una vez pensaba que les iban a dar un infarto mientras lo hacíamos. Asentí caminando y me arrodillé frente a él sin quitarle ojo, más de uno se había quejado por la desgana con la que lo hacía todo y había estado encerrada una semana por Blue así que desde entonces hacía como que le ponía todo mi empeño.

Desabroché sus pantalones acomodándome de rodillas en el suelo y se los bajé de un tirón junto con sus calzoncillos. Llevé mis manos hasta mi pelo para echarlo hacia atrás y que no me molestase y comencé a dar suaves y lentos lametones en su miembro mientras clavaba mi vista en sus ojos, preguntándome cuanto dinero habría pagado para que estuviese con él. Acaricié uno de sus muslos con una de mis manos mientras seguía con mi trabajo.