Un lugar grande para una pequeña chica{Amaia Monroe}

Ese fue el motivo de mi actuación mañanera. Despues de colarme en el cuarto de un Sebas profundamente dormido a darle el beso de buenos días Nanny me bajo a desayunar e hice mi mejor actuación. Dolor de tripa, lloriqueos y un muy convincente intento de fingir arcadas, pero Nanny no se lo trago. Me hizo los dos moñitos y, cuando llego Charles me metió en el coche y me dejaron en la puerta de la escuela con mi mejor cara de enfurruñada.

La hora de matemáticas paso tan lenta como siempre. Por suerte no se corrigió la tarea y me ahorre la llamada a casa y la regañina correspondiente de mi niñera, así que cuando montamos todos en el autobús mi humor había mejorado un poco, lo cual duro exclusivamente hasta que mi pareja de excursión resulto ser Claudia. Cuando Sebas me decía que me comiera a los niños que me molestaran, siempre pensaba en ella, aunque nunca me había molestado tanto… Más o menos. Cuando en el primer día de clase había explicado a la profe que yo no podía hacer una descripción de mi madre porque no la recordaba ella se había reído, y mis colmillos normalmente escondidos dolido dentro de mi boca y aunque por ahora no habíamos tenido más accidentes, tener que pasar horas solas en un bosque era demasiada tentación.

Quizás por eso es que acabe ignorándola completamente y, mientras las otras parejas iban recogiendo las hojas secas que necesitábamos para el mural, yo me decidí a ir por libre, alejándome al punto que cuando quise no podía escuchar a nadie, ni sentir su olor. Me pare unos minutos, intentando reconstruir mi camino hasta allí, buscando algo diferente en alguno de los arboles pero, al ver que el sol estaba empezando a bajar fue cuando realmente me asuste. ¿Y si se habían ido sin mi? ¿Y si aparecía algún monstruo y me comía? Eche a andar nuevamente, incapaz de quedarme quieta esperando a lo que, en mi cabeza, ya era una muerte inminente. Me aleje aun mas, intentando encontrar una salida al bosque cuando escuche los latidos de otro corazón. Bum bum, bum bum. Empecé a caminar en esa dirección, deseando fuera alguien de mi clase pero, al llegar hasta allí lo que encontré fue una chica desconocida, así que me escondí detrás de un árbol mirándola. ¿Qué me habían dicho una y mil veces de los desconocidos? ¿Y si era mala?

Desde la comodidad de mi escondite me quede mirando a la chica, escondiéndome rápidamente al ver que se iba acercando al lugar donde estaba escondida, pero al llegar a mi lado se agacho aun manteniendo las distancias mirándome con una sonrisa. No parecía mala, no gritaba y se mantenía en una distancia segura, sin acercarse como hacían los profes a veces llegando a agobiarme y a veces incluso haciendo que mi garganta picara, de modo que me relaje un poco manteniendo aun el tronco entre nosotras.

Me pregunto si me había perdido y no pude evitar que las lagrimas picaran en mis ojos. Si la gente del cole ya había vuelto a casa no tendría como volver, Nanny se daría cuenta de que no volvía con ellos y se lo diría a Sebas… Y él se enfadaría, conmigo y con los profes. Pareció notar mi incomodidad y me aseguro que no sería mala, así que asentí levemente bajando las manos que aun tenia apoyadas en el tronco del árbol, tensándome levemente cuando escondió sus manos en su espalda abriendo mucho los ojos cuando saco la flor, olvidándome de tener cuidado acercándome a ella para cogerla. – Que bonita… - dije en un susurro llevadora a mi nariz mientras acariciaba uno de los pétalos con mucho cuidado.

- Vine con el cole a recoger hojas para un mural, pero creo que se han ido sin mi… - dije aun mirando la flor, pensando luego que era de mala educación y alzando la cabeza para mirarla. – Mi hermano se va a enfadar cuando vuelva a casa…

Escuche como se ofrecia para llevarme ella a casa e intentar que no me riñeran. Bueno, Sebas se enfadaria de todos modos, no podia recordar cuantisimas veces me habia recordado que no me alejara nunca de los grupos cuando salia con el cole, pero no habia nadie mas alli asi que sonrei timidamente girando la flor entre mis dedos. - Bueno, vivo un poco lejos, igual te es mucha molestia... - dije intentando ser educada aunque, si ella decia que no... ¿Como llegaria a casa? En algun momento se darian cuenta de que no estaba y volverian pero... ¿Y si se hacia de noche y seguia aqui sola?

Me repitio nuevamente que me ayudaria, y que intentaria protegerme y, por algun motivo confie en ella. Siempre me decian que no debia ir con desconocidos, pero ella parecia buena, me habia regalado una flor magica y decia que me protegeria. - Vivo con mi hermano y Nanny en la playa de Seattle, en las casas de la orilla. - dije intentando recordar cual era el nombre de la calle.