Come closer and see, see into the trees... Find the girl if you can {Libre}

La alarma del reloj aquella mañana, avisándome que ya eran las 9am, me llego como caída del cielo. Había pasado la noche con las persianas de mi habitación del hotel bajadas por completo, concentrada en leer unos documentos. Quizás el trabajo era solo un entrenamiento, pero intentaba tomármelo en serio. Sin embargo, era fin de semana así que de pronto me encontré con que no tenia nada para hacer, de modo que me di una ducha rápida recogiendo mi pelo en una trenza y me puse música en el mp3 para salir a correr. Había cogido esa costumbre cuando llegue a Seattle, y era algo que siempre me relajaba, complacida por tener kilómetros de vegetación que poder recorrer sin nadie molestando por los bosques que habia en las afueras de la ciudad.

Acabe acompasando mis pasos al ritmo de la música en mi mp3 y, cuando quise darme cuenta, llegue a un claro casi desierto, donde la luz del sol comenzaba a alumbrar. Estaba completamente en silencio, a excepción de algún gorgorito de alguno de los pájaros. La hierba aun estaba fresca del roció, pero el sol ya comenzaba a calentarla, así que me senté con cuidado, y saque un cigarrillo del bolsillo interior de mi chaqueta. Manías formadas a lo largo de los años. Paul decía que el hecho de que una mujer fumara era asqueroso, quizás por eso me gustaba. El sitio parecía vacío y silencioso, solo escuchando el murmullo que salia de los auriculares que colgaban de mi cuello, por lo que me los quite para guardarlos en el bolsillo de mi pantalón corto cuando sentí una mirada en mi espalda.

Me encontraba en mi casa retirada de la ciudad a las afueras para poder practicar allí mi magia sin que hubiera testigos y para no molestar a la gente cuando me di cuenta de que había estado toda la madrugada hasta el amanecer practicando, algo inusual en mí ya que necesitaba dormir aunque no me sentía ni cansado ni con sueño, así que para forzar aquel cansancio para necesitar descansar decidí salir a dar una vuelta, incluso adentrarme en el campo por la zona del terreno más irregular para alcanzar mi objetivo antes. Avanzando por el campo me topé con unos animales que no sabía muy bien desde cuándo estaban allí ya que al campo iba mucho y no los había visto antes. "Hay que observarlos de cerca." me apunté mentalmente para luego y la zona donde los había visto que nunca pasaba por allí, o casi nunca.

Avanzando todavía sin sentirme cansado acabé en un claro en el que no había nada, el típico claro que usaban los humanos en sus películas como para simular la abducción de extraterrestres y esas chorradas ilógicas, más que nada porque si buscan vida inteligente se equivocan de planeta... Inspiré con energía al llegar allí ya que el aire no estaría tan cargado de la contaminación de la ciudad, que incluso a las afueras, en mi casa llegaba y miré a mi al rededor hasta ver a alguien sentada allí, fuese lo que fuese lo que esa persona había ido a parar a hacer allí no era de mi incumbencia e intenté seguir mi camino sin molestar aunque no era muy propio pasar por al lado de alguien si no querías molestar... -Buenos días.- Saludé cuando pasé por su lado, por educación, más que nada.

Notaba mis músculos entrando en tensión, mis colmillos asomando de mi boca preparados por si necesitaba atacar cuando un chico paso por mi lado como si tal cosa. De pronto me cuestione si estaba en un claro y no paseando por una calle. No había viviendas cerca que digamos, así que el ver a alguien más en el lugar me sorprendió, de modo que volví a relajarme, me guarde mis colmillos para mí misma y esboce una educada sonrisa.

- Buenos, teniendo en cuenta el clima del lugar… - dije sin saber muy bien porque… ¿Realmente iba a ponerme a hablar con un desconocido? ¡Y del tiempo! Me puse en pie sacudiéndome la hierba del pantalón, notando que había quedado húmedo de estar ahí sentada sin poder evitar fruncir el ceño. Parece ser que no estaba tan seco como parecía.

Meditando entre sí volver a retomar la sesión de ejercicio me estire como si acabara de levantarme. No sabía cuando tiempo había pasado ahí quieta, pero tenía el trasero plano y las piernas entumecidas, de modo que hice un par de estiramientos desentumeciendo mi cuello y mirando la hora en el reloj. Aun era temprano, quizás cambiaba la carrera por un tranquilo paseo para familiarizarme con el terreno.

Sonreí ante su contestación, por lo menos era una joven educada y no las típicas egocéntricas locas e individualistas que te podías encontrar por ahí, aunque claro... Tampoco te encuentras a alguien joven andando por un claro en medio del campo o mejor dicho sentada allí en medio de la naturaleza. Asentí levemente. -Sí, la verdad que ha amanecido bastante bien.- Seguí la conversación, era el tema por excelencia cuando no se sabía de qué hablar... El tiempo, siempre presente y aunque el engañabobos de la televisión se empeñase en anunciar lluvias para el día de hoy ya sabía que a lo más que se llegaría sería a un día nublado.

Suspiré observándola rápidamente, sacando conclusiones de si era o no una persona humana normal o se trataba de una de esas criaturas por excelencia que aterrorizaba aldeas y esas cosas, no parecía muy humana a simple vista aunque educada y de apariencia de chica buena... -No es muy usual ver a alguien joven por aquí... Bueno, a alguien a decir verdad...- Comenté sin pensar aquello dejándome llevar. -¿Ha pasado algo por lo que estés aquí a estas horas y... Sola?- Pregunté por mera curiosidad, no era tarde pero era muy temprano y la gente joven no solía madrugar.

Vi de reojo aquella sonrisa sin poder evitar preguntarme qué era lo que le hacía tanta gracia, pero me despiste de mis pensamientos cuando contesto a mi pregunta de cortesía. Bueno, eso era nuevo, no esperaba realmente que lo hiciera, sino más bien que siguiera caminando o algo así, era lo que la gente de este siglo solía hacer. Malditos maleducados…

Comencé a desperezar mi cuello girándolo levemente en círculos apoyando una de mis manos en mi nuca escuchando como volvía a hablar. Al parecer a él también le había sorprendido la compañía en el bosque, mas aun a horas tempranas y estando sola. Bueno, estar sola no era un problema para mi, podía cuidarme bastante bien, me recordé a mi misma luchando por retener la sonrisa para mí misma. – Suelo ir a hacer ejercicio a la zona de la playa y decidí cambiar de escenario. – dije intentando sonar lo más amable posible. – Y no suele gustarme correr en compañía, me distrae. – dije ante aquella especial mención a la palabra sola. ¿Por qué la gente pensaba que por el mero hecho de ser una chica necesitaba escolta? – Aunque ciertamente te podía preguntar lo mismo, no se te ve muy acompañado…

Asentí ante aquello que dijo de cambiar la ruta, sabía de sobra a qué se refería ya que a veces las cosas podían parecerme realmente monónotas si siempre caminaba por el mismo lugar, por eso trataba de cambiar un poco cada vez, incluso tomando a veces el camino largo para no caer en la rutina de ver todo y pensar en aquello de ¿Qué estoy haciendo con mi vida? todo muy común cuando eres joven tratando siempre de elegir el camino corto o siempre un mismo camino hasta para pasear cayendo en la rutina... Pero cuando crecías en mi caso era diferente, quizás por todo lo que había vivido anteriormente en mis cientos de años de vida.

Alcé una ceja ante su contestación de "sola" haciendo énfasis en la propia palabra sola, era solo una mera observación, no acostumbraba a ver jóvenes solas vagando por el bosque o incluso por el campo... Mi intención no era molestarla, así que me abstuve a hacer un comentario a cerca de su frase para no incomodarla ni nada de eso.

Negué lentamente cuando preguntó. -Realmente no necesito compañía, y simplemente pasaba por aquí para despejar mi ocupada mente, que lo necesita. Además, yo procuro ir sólo casi todas las veces.- Contesté algo risueño, no la había mentido aunque no le diría que yo era un Mago y necesitaba desconectar de mis prácticas y todo aquello que ya había tenido en mente toda la noche anterior a esta mañana y simplemente necesitaba un paseo.